
Larry, no contento con haber horrorizado al respetable con sus anteriores desatinos, siguió su lucha contra el sentido común y la decencia con otra frase de antología. Pertinente la pregunta y esperada la respuesta.

El Negro sufrió un aparatoso percance futbolístico, pero los peores ataques los recibió cuando dijo la bendita frase, que a todas luces fue un autogol. No hay que descontextualizar lo que dice la gente, eso está claro, pero hay matices para decir las cosas. Ese es el "detalle".

El galán otoñal Diegol, en baño de flores a sí mismo, dejó en claro que no tiene problemas de autoestima. Próximo a cumplir unos 31 años cada vez más verdes fosforescente, el terror de Barranco y flagelo de Berlín sigue rodando, como un rolling stone.